EL DESCARTE DE MATERIALES DOCUMENTALES


El proceso de descarte de material documental requiere experiencia profesional. Muchos son los factores que toman el descarte necesario. Entre ellos podemos considerar los siguientes:

Ø  Escases de espacio físico en la biblioteca
Ø  Cambio de intereses de los miembros de la comunidad
Ø  Material documental obsoleto
Ø  Condiciones físicas del material
Ø  Antigüedad del material en determinados ámbitos del conocimiento
Ø  Nivel de profundidad en el tratamiento del asunto.
Ø  Autoridad del autor o lengua.



¿Por qué descartar?
·         Para tener una colección al día.
·         Para utilizar en forma más eficiente el espacio de la biblioteca a su cargo, donando este material documental a otras entidades o a bibliotecas vecinas donde puede ser más útil.
·         Para encontrar los libros que necesitan reparación, reencuadernación o reemplazo.
·         Para estar en condiciones de dar el mejor servicio bibliotecario a través de una colección de materiales de calidad.





¿Cuándo descartar?
Continuamente. A medida que cada libro pasa a través del escritorio de préstamo o es colocado en el estante, debe ser examinado para ver si esta en  condiciones de seguir usándose.







¿Quién debe descartar?
El bibliotecario. El mantenimiento de la colección es una de las responsabilidades del bibliotecario, quien debe conocerla a fondo e interpretarla para satisfacer  las necesidades de la comunidad. En esta tarea puede ser apoyado por otros bibliotecarios, profesionales académicos de las distintas disciplinas.
Esta actividad dentro de la biblioteca es también denominada expurgo.





¿Qué material documental va a ser expurgado?
¿Cómo se realizará este proceso?
Ningún interés o predisposición individual debe dominar al bibliotecario en el momento de realizar esta labor. Su constante preocupación será lograr que la biblioteca este en condiciones de contestar cualquier pregunta y dar información en todos los campos del saber.



¿Qué podemos descartar?
ü  Libros con contenido de poco valor por diferentes causas; por ejemplo por presentar información desactualizada, en especial aquella referida a ciencia, medicina, tecnología, geografía, etc.
ü  Temas triviales o tratados superficialmente en el documento.
ü  Mediocridad en las expresiones literarias.
ü  Falsa información.
ü  Volúmenes no usados en la biblioteca.
ü  Títulos especiales que no han circulado durante tres años y el bibliotecario sabe con certeza que no han sido utilizados con fines de referencia.
ü  Duplicados innecesarios de novelas y libros que tratan temas que no interesan al público lector.
ü  Libros de apariencia pobre o muy rota.
ü  Ediciones de encuadernación e impresión malas por tener letras pequeñas, encuadernación vulgar, impresión deslucida, ilustraciones pobres, márgenes restringidos, papel de mala calidad.
ü  Libros muy gastados: papel sucio, amarillento, resquebrajado, cubiertas, manchadas o sucias.
Cada título requerirá su propia evaluación. No hay reglas universales. Cada bibliotecario debe resolver de acuerdo con su conocimiento respecto de los libros.
Recordemos que quien puede seleccionar con sabiduría puede también descartar sabiamente.
¿Cómo descartar?
Comenzar el proceso en los estantes y distribuir los libros o descartar o reparar en los siguientes grupos.
v  Libros que no deben ser reemplazados.
v  Libros que deben ser reemplazados por la misma o mejor edición.
v  Libros para ser encuadernados.
v  Libros para ser reparados.
Libros para ser donados o canjeados.




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