Cada pantalla
debe arrojar la mayor cantidad de información útil posible, de forma que
nuestro lector no se vea forzado a efectuar nuevas búsquedas para satisfacer
una inquietud simple.
Esto nos
indica que la información contenida en una pantalla deba presentar
abarrotamiento de datos discordantes, tantos como sea posible, no. Significa
que la información que decidimos incluir es absolutamente necesaria para la clara comprensión de la
idea que deseamos suministrarle al usuario.
Hay dos
elementos indispensables encargados de facilitar la elección de información que
necesitaremos para estructurar una página web.
JERARQUIA: Cuando queremos poner en internet nuestra información,
analizamos racionalmente lo que con exactitud buscaría el usuario-lector. De
ello depende la efectividad del sitio web, éxito que se reflejara en el número
de usuario que lo consulten y en especial en la retroalimentación que se
produzca posteriormente.
Si presentamos
la información en el soporte impreso (papel) haríamos un índice minucioso de
todos los factores que conciernen l asunto y el lector iría al titulo sobre el
cual desea enterarse, luego regresaría al índice sin inconveniente ni perdida
de tiempo y además, sin olvidar que el documento tiene en sus manos. No habrá
riesgo de que se pierda o se interese fácilmente por otra oferta. Si esto
último sucediera sería porque en definitiva el documento no satisfizo sus
expectativas. Además, pasar de un impreso a otro implica ciertas limitantes,
seguramente el lector tendrá que desplazarse hasta otro anaquel, estante o
establecimiento en el que se encuentre el nuevo documento. En la red es
literalmente inmediata la opción de cambiar de sitio web.
En la web, en
lo que consideramos más importante para el beneficio y las necesidades del
lector, lo establecemos en la primera entrega y los factores subsiguientes los
jerarquizamos con el mismo criterio. Este juicio no puede ser otro sino el “servicio” que queremos prestar o la
naturaleza real de lo que ofrecemos.
Ejemplo:
El sitio se llama Escuela Áfri-web y ofrece cursos sobre la cultura africana. Al
usuario le interesarán los cursos que ofrece la institución. El programa es
amplio, pero el sitio web jerarquiza los temas, eliminando de la presentación
los menos relevantes y reservando algunos para el momento en que el usuario
haga contacto.
CONCRECIÓN: No
solo es necesario ejercerla en la redacción, se debe trabajar en todos los
factores que intervienen en la estructura de la web.
Palabra clave: Es
una pequeña lista de las palabras con las que creemos que el usuario podrá
encontrar nuestro sitio web. Esa lista se hace suponiendo lo que el lector
buscará y pensado en lo queremos que él encuentre.
Ejemplo:
Un usuario busca información
sobre el arte rupestre de America Latina. Las palabras con las que posiblemente
hará la solicitud de esta información serán:
Arte
precolombiano
Arte
rupestre
Arte
en piedra
Petroglifos
Formas
artísticas en Sudamérica
Formas
artísticas en Centroamérica
Pinturas
rupestres
Hallazgos
arqueológicos
Arte
mobiliario
Litoescultura
Murales
en Piedra
Arte
latinoamericano
Vestigios
de piedra
Índice: Es
el listado de temas que componen el sitio en su conjunto. Normalmente esta
ubicado en el costado izquierdo de la pantalla y aparece de forma permanente en
cada página del sitio, con el propósito de que el usuario no olvide que
dirección o sitio esta consultando, y además tenga presente que tema ya
consulto y cuales les resta revisar. Este índice debe decir con palabras
directas la esencia que contiene cada tema, de manera que el usuario encuentre
la información que espera una vez haya hecho clic.
El listado no debe contener ítems que no sean
realmente indispensables para cumplir el objetivo principal del sitio, ya que
el lector puede verse obligado, aunque no haya sido su intención, al cliqueo
hacia paginas que no resuelven sus duda principales. Esto lo llevara a
experimentar la sensación de que ese sitio no es lo que busca.
Los
bloques o párrafos: Aquí
cobra mucha importancia la escritura visual. Los bloques son trabajos con ayuda
de numeraciones, viñetas, documentos resaltados y párrafos cortos, directos,
concisos y absolutamente necesarios. No se trata de escribir telegráficamente,
sino de hacerlo preámbulos, sin contextualizaciones innecesarias y sin la
adición de “material chatarra”.
Es recomendable insertar Intertítulos a lo
largo de todo el texto, estos ubican al lector y le indican la importancia que
revisten los dos o tres párrafos que seguirán. Tanto los Intertítulos como la
adecuada tipografía son aspectos encargados de menguar la fatiga visual que
produce la lectura en pantalla. La tipografía no debe ser demasiado pequeña porque
impide la lectura, pero tampoco muy grande porque prolonga la extensión del
texto y lleva a que el lector pierda el punto de referencia.
En el cuerpo de la información introducimos
enlaces, conocidos también como hipervínculos. Son palabras subrayadas y de
color azul, lo que indicará al usuario que se trata de un enlace y que al ser
pulsado, le siniestrará mayor información sobre el asunto que se lee en la
palabra señalada. La concreción es determinante en la palabra que actué como enlace.
El propósito de estas es evitar que, por la ambigüedad o inexactitud de la
palabra, el lector caiga en páginas que no hacen mayor aporte a su búsqueda
real.
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