Personaje
de indiscutible valor intelectual en las letras ecuatorianas e
hispanoamericanas me refiero a NESTOR CAMPUZANO MENDOZA, autor de la letra de
nuestro himno.
El
poeta ha logrado llevar al verso el más
caro anhelo de su creador y de quienes hemos compartido por más de diecisiete
años sus vicisitudes y sus triunfos, esto es que en sus aulas solo haya el afán
de superación y que la libertad que conlleva el laicismo sea un rayo de luz que
ilumine la senda del conocimiento de las
letras y del saber.
Este
canto de esperanza, inspirado en la íntima función del autor y del alma
universitaria laica constituye un pedazo de la vida del poeta inundado de
sentimiento de emocionada gratitud.
En
la letra del Himno está presente su estrecho abrazo con la misión divina e innata
del poeta del cual nos habla el inmortal Bécquer en sus primeras Rimas: esta
misión sagrada es la de domar el rebelde y mezquino idioma para materializarlo delicado,
lo inefable, lo espiritual; este artista de la palabra, ha unido ideas, palabras,
fonemas para transformarlos en una armonía como quien une con mano inteligente
las indóciles perlas de un collar arrancado.
Reconocer,
admira agradecer, hacer justicia, son acciones que en el presente lleno de amor
por lo material y por lo intrascendente,
tal vez no se acostumbre; pero será posible que esta canción despierte en
nosotros la fibra emotiva , que nos haga sentir lo que significa la Universidad?
Si nuestra respuesta es afirmativa al escucharlo, estamos agradeciendo a su
autor, si nos alienta a continuar con fe y entereza en la labor diaria, estamos
haciendo justicia a la obra del poeta, si nuestro trabajo nos inspira satisfacción
y nos depara alegrías, estamos
agradeciendo aunque en mudos gestos , el generoso dar del poeta, que en la
sencillez de su actuar, un día llego ante la primera autoridad universitaria
¡entrego el himno escrito con precisos caracteres, ese himno que es la canción que entonaremos en
todo nuestro acto a partir de esta significativa fecha en la que la universidad
conmemora su décimo séptimo año de actividades.
Néstor
Campuzano Mendoza es un hombre de trayectoria limpia, poseedor de una gran
virtualidad que lo hace aún más grade, por la carencia pretensiones orgullosas está
lleno de solidaridad con los que sufren por lo que hubiera querido vivir en
otra época, pues le atormenta el dolor ajeno, la violencia que ciega vidas inocentes,
la tragedia del mundo de las guerras y sobretodo le impacta dolorosamente la
materialidad de la sociedad en que vivimos.
El
camino de la vida Néstor no ha sido fácil, esta senda ha sido con dolor y esfuerzo,
golpe a golpe va quitando los abrojos de la vía, desde su nacimiento ocurrido
en Guayaquil ,`` la ciudad del rio y del
estero ``en la cual ha pasado toda su vida, desde que ve la luz del día, el 7
de febrero del 1926 hasta hoy; su infancia aterida por las limitaciones de la
estrechez y de la pobreza lo lleve a
improvisar sus juguetes que en su sencillez y humildad innatas constituyen
estos sus mejores recuerdos.
Sus
padres: Jacinto Campuzano Castro y Rita Mendoza Mejía de Campuzano le
prodigaron amor y cuidados que agradece evocando en sus Sonetos dedicados a
ella, la personificación del desvelo y de
la ternura.
La
primera forma de expresar su poesía es el metro libre, hasta que llega a
dominar la estructura difícil, filosofía y profunda de sus Sonetos. Después que aparecen
sus primeros poemas en “El Filántropo” hasta hoy como poeta, Néstor Campuzano
Mendoza ha tenido momentos triunfales: En una pared de sus sala, de la cada
ubicada en las calles Clemente Ballén y Avenida del ejército, desde luego muy modesta,
donde hay huellas de vejez y de ruinas,
resaltan los diplomas y las medallas
logradas en varios eventos: La Estrella de Octubre, su máximo galardón, premia
su actuación triunfante en 1956 con su “Soneto a Cristo” cuando interviene en
los Juegos Florales de Guayaquil i compite con la poetisa uruguaya Juana de
Ibarborou y con Demetrio Korsi.
En
las “Horas Milagrosas”, “Trigal Azul” y “Elegía del Ayer”, editada ésta última
por la Universidad Laica, ha quedado para siempre consignadas su melancolía y su
tristeza como huellas de su inagotable sensibilidad poética.
Las
alegrías y satisfacciones que le han prodigado sus triunfos han sido como
fuegos fatuos y no se han revertido en comodidad y holgura. ¿Acaso puede vender
la belleza expresada en la difícil métrica de un soneto? ¿O es que al hombre de
espíritu superior, donde campea la exquisita profundidad lírica le está vedado
el satisfacer las necesidades que le son otorgadas pródigamente al hombre común
y superficial, lleno de mediocridad?
Néstor
Campuzano Mendoza ha dignificado a la pobreza, como también la dignificaron
Cervantes y Bécquer y esta misma situación ha hecho de él hombre
sensitivo. No os puedo concebir ni alegre, ni rico, sino tal como es, un poeta,
un elegido por la naturaleza de vuestro talento y sólo por eso merece que su
nombre se pronuncie con reverencia y respeto.
En
1979, hace cuatro años el círculo de Periodistas del Guayas hizo gestiones para
que la Municipalidad donde el terreno para que levante su vivienda, acción
generosa y loable, pero muy poco práctica no logró cristalizarse por la muerte
del Presidente Roldós, ya que la petición fue llevada a Quito. Luego vino el
silencio y todo quedó atrás y en nada.
Vuestra
institución, la Universidad Laica, por sus propias limitaciones no puede
ofreceros colmar vuestro anhelo, sólo hace llegar a ti su gran solidaridad
brindándote su generosa acogida i considerándote como un aprecio miembro de
ella.
Personalmente
me sumo a las ideas de Albert Camus al criticar el mundo lleno de hipócritas
convencionalismo: los homenajes póstumos, los pésames, las ofrendas, el luto y
las oraciones fúnebres son actos muy usados en nuestro medio y los considero extemporáneos. Pienso que el
hombre auténtico debe actuar sinceramente frente a los seres humanos, sin
mezquinar nada, ni la palabra amable, ni siquiera el gesto de simpatía que
sentimos en ocasiones y que no lo expresamos. No vivimos de elogios, es verdad,
pero satisface que se reconozca y se
aprecie lo que hacemos. Siendo consecuente con mi proceder pleno de franqueza,
prefiero expresar, en nombre de la Universidad y en el mío propio, a nuestro
bardo que vuestros versos serán por nosotros con devoción, pasando en que son
parte de ti, hoy y siempre.
En
esta sala, ahora que me escucha, ahora cuando su mirar tranquila y reposada
puede posarse en nosotros, en este momento cuando puede descubrir la íntima
complacencia que sentimos al reconocer e identificar en toda su dimensión la
inmensidad de su talla, te decimos que la gratitud nuestra también será sentida
por todas las generaciones que pasarán por las aulas universitarias y particularmente
por quienes vemos en este templo, un faro eterno de luz y de cultura, tal como
lo expresáis en nuestro Himno.
NOTA: Discurso
pronunciado por la Dra. Lida Mieles de Aguilar en la sesión solemne del
decimoséptimo
aniversario de funcionamiento de la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil.
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2 comentarios:
Me siento muy orgulloso al leer este discurso pronunciado ´por la Dra Lida Mieles, ya que fue en honor a un hombre dueño de una inmensa sabiduria y amor a su profesion, un hombre muy humilde en bienes economicos pero millonario en sapiencia y gracias a todas sus virtudes a dejado un gran legado.
atte. Antonio Campuzano Palma (SOBRINO )
Hola estoy muy interesada en saber sobre la vida de NESTOR CAMPUZANO MENDOZA, trabajo en una Institución Educativa que lleva su nombre y estamos realizando una reseña histórica en honor a nuestro patrono, pero en internet no hay muchos datos, por favor Antonio Campuzano Palma, podras comunicarte conmigo. al 0994604690. gracias
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