La
educación de la musa
En
su juventud, la musa paseaba por la costa meridional del mediterráneo en un
lugar y tiempo desconocido para ella. En la distancia vio una montaña envuelta
en nubes. Le entró curiosidad y se
dirigió a ella. El viaje duro varios días, pues la montaña era mucho más grande
de lo que aparentaba. Cuando por fin llego a la falda, descubrió que era una
montaña, sino una pila gigante de libros. Se miró a los pies, se puso en
cuclillas, cogió el primer libro que vio y empezó a leerlo.
Cuando
termino, lo dejo, en el suelo con cuidado detrás de ella y cogió el siguiente.
Según terminaba de leerlos, los colocaba en la pila que iba creciendo detrás de
ella.
Quedo absorbida por completo por la lectura. Pasaron
varios siglos, pero el tiempo no significaba nada en ese lugar. Siguió leyendo,
libro tras libro, y fue
construyendo un palacios de libros a su
alrededor, con grandes bóvedas, muros con contrafuertes y arcos ornamentales
que surgían del fruto de su estudio. Todos estaban formados por los volúmenes
gigantescos que devoraban con pasión.
Este
dibujo muestra el final de la educación de la diosa. Ha llegado ya a la última
página del último libro: el origen de la propia fuente, el punto de partida de
todo conocimiento. La página esta en blanco, salvo por un único punto en el
centro. Es el punto del que surge la primera línea, de la cual broto la primera
letra de la primera palabra que mas tarde creció hasta ser un párrafo y después
toda expresión escrita de la humanidad, a través del tiempo y hasta la eternidad.
Esto
se muestra en la ilustración por la posición del punto, alineado con el único
lugar que desaparece en la composición (la fuente física de la imagen) así como
con la columna vertebral de la diosa y el hueso sacro, que es el lugar en el
que según la leyenda reside el alma.
LIBRO: Dibujar y pintar
personajes de fantasía de la imaginación
por FINLAY COWAN.
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