EL CARNAVAL FIESTA POPULAR

 
Habría que considerar la diversidad étnica y regional del Ecuador para analizar su cultura. Étnicamente esto esta marcado por la presencia de mestizos, indígenas, afroecuatorianos, y descendientes de españoles; así como regiones como son la costa, la sierra, el oriente y la región insular, todas estas con especificidades muy ricas




 El Ecuador es parte del área cultural andina, uno de los focos de más alto desarrollo civilizatorio en el Planeta. Por esta razón, existen muchísimas fiestas tradicionales que tienen remotos origines panhispánicos, a la vez que han sido capaces de enriquecerse con diversos elementos de las tradiciones mediterráneas, que trajeron los colonizadores españoles. Las fiestas populares, pueden dividirse en ancestrales o indígenas, tradicionales mestizas y cívicas.



 Entre las primeras se destacan las fiestas de los equinocciales y solsticios, que en la época colonial fueron calzadas en el calendario católico. De esta manera, se destacan las fiestas del Carnaval en la provincia del Cañar y Chimborazo en donde aparece el personaje del Taita Carnaval. Siguen las fiestas del ciclo del Inti Raymi, especialmente en el centro-norte de la sierra, que se inician con las celebraciones de Corphus, siendo las más celebres las realizadas en Pujilí donde aparecen los famosos danzantes de Corphus o Las Yumbadas de Cotocollao en Quito.
Entre las fiestas tradicionales mestizas, por su riqueza simbólica y sus implicaciones histórico-culturales se pueden destacar:

El Carnaval de Guaranda
   



¡Al golpe del Carnaval, todo el mundo se levanta, que bonito es Carnaval! Esta es la melodía que sin duda se escuchará en las calles de Guaranda, provincia de Bolívar, durante este feriado. Y es que los ritmos tradicionales son parte de los desfiles que se realizan para recibir a los turistas que decidan disfrutar las fiestas de Guaranda. La principal celebración de esta ciudad es el conocido "Domingo de Carnaval", donde todas las personas de buen gusto y de buena voluntad salen a "Hacer Carnaval", a disfrutar de las comparsas, de la música, del baile popular y por supuesto a jugar con agua y talco. Después de jugar nunca faltará la deliciosa "Chicha", el "pájaro azul" un sabroso "Chigüil" y una rica "Fritada".
Pero más que un día especial el Carnaval de Guaranda es una celebración histórica que recuerda la tradición de los indios Huarangas.  Estos pueblos de la nación de los Chimbos festejaban a su Cacique, durante tres días, en la segunda luna llena del año.  Sus fiestas y ceremonias incluían cantos, bailes, comida y mucha bebida. Esta tradición, hoy compartida por todos los ecuatorianos no ha variado mucho, pues, hasta la actualidad los ciudadanos y las autoridades locales aprovechan esta fecha para unirse y bailar en las calles.  Claro que esta celebración no sólo tiene raíces indígenas sino que se complementa con la fiesta del Carnaval que fue impuesta con la llegada de los españoles
Cuando los conquistadores llegaron con su fiesta pagana, se dieron cuenta que la fecha de ambas celebraciones coincidían, además de ciertos elementos... "El agua se instaló desde el remoto carro naval griego y se utiliza en los ritos del mundo cristiano...y es parte del Carnaval en muchos lugares europeos. Pero no todo es agua en las fiestas de Guaranda. El programa oficial empieza con la elección de "Taita Carnaval", que es un personaje especial de la comunidad que se encarga de preceder las fiestas y los desfiles. La preparación de las comparsas toma semanas, se confeccionan disfraces, se elige la música, el tema y los colores.
La importancia del Carnaval en Guaranda es bastante marcada. Pues el calor y el entusiasmo de los festejos hacen de ésta una de las celebraciones más concurridas en el Ecuador. Para los guarandeños, el verdadero sentido de la fiesta tiene que ver con la comunión entre vecinos, entre amigos, entre parientes y la integración de los desconocidos.

SIMBOLISMO DEL CARNAVAL

En los pueblos de la remota antigüedad, el Carnaval era una fiesta de carácter religioso que se celebraba para conmemorar el año Nuevo, con la llegada de la primavera. En ella se hacían las peticiones para que el año fuera favorable y lleno de esperanza.
En la Grecia antigua, desde el siglo VI AC., se dedicaba esa festividad a Dionisos, divinidad a la cual se la paseaba por las calles de Atenas.
En el imperio Romano correspondía a las fiestas Saturnales dedicadas a Baco, caracterizándose estas fiestas, las Bacanales, por la bebida y el desenfreno moral que heredaron posteriormente los pueblos romanizados.
En Europa en general, se efectuaban procesiones en las cuales se hacía pasar unos barcos con rueda (“carrus navales” en latín) sobre los cuales, mujeres con cabellos desgreñados e individuos enmascarados ejecutaban con aprobación de los espectadores, ciertas danzas satíricas, muchas veces obscenas. De ello nos han quedado los “carros alegóricos” de los Corsos de Flores.
Otros autores sostienen que la palabra Carnaval se deriva de las palabras italianas Carne Vale que en italiano significa Carne Adiós.
En la Edad Media, los teutones llamaban Fasnacht al Carnaval, significando con ello “fiesta de la locura”, la misma que era presidida por el dios Momo (dios de Burla, hijo del “sueño” y de la “noche”) al cual se le representaba levantándose la máscara y sosteniendo en su mano una especie de centro que terminaba en una cabeza grotesca símbolo de locura.
Uno de los carnavales mas famosos de Europa era el de Venecia en la cual las góndolas adornadas con farolitos de colores y llenas de comparsas cruzaban los canales en los que se realizaba el llamado “entierro de Baco” y que consistía en sumergir en el agua un muñeco de paja que había simbolizado la fiesta.
En vano la Iglesia trató de condenar o prohibir el Carnaval. Al no poder hacerlo por estar tan arraigado, intentó dejarlas como mascaradas festivas, haciéndolas coincidir con el inicio del período penitencial de la Cuaresma o “carnestolendas” o sea “carne que se ha de quitar”.
En España, los carnavales han sido celebrados desde muy antiguo, pues se conoce que los árabes eran muy afectados a estos festejos. Por datos de informantes nativos, e muchos pueblos de la madre patria, se jugaba no solo con agua sino lanzándose barro. El Carnaval con sus formas de juego la trajeron a América los españoles. El juego con agua, tan aborrecido por muchas personas cultas quienes tratan de adjudicarla a nuestro ancestro indígena, no tiene asidero alguno”
En el Ecuador el Carnaval se caracteriza por la alegría, con música, baile y comparsas con máscaras, además del juego con agua. En algunos lugares se canta coplas especiales en forma de contrapunto, mientras que en otra, como Juncal aparece como un forastero que se presenta cada año trayendo suerte y fertilidad.

EL CARNAVAL DE JUNCAL EN CAÑAR
El Carnaval, según el calendario católico es una fiesta secular, autorizada por la iglesia para dar inicio a la Cuaresma. Sin embargo en Juncal, a pesar de los ingredientes de cultura hispano católica, es un sentido de fe, una fiesta religiosa puramente indígena.
La Fiesta del Taita Carnaval se celebra en la parroquia Juncal, del cantón y provincia del Cañar, durante la última o penúltima semana del mes de febrero de cada año.

DESCRIPCION DEL EVENTO
El Carnaval en la parroquia Juncal del cantón Cañar “es una de las festividades de mas expresividad religiosa, en ella se conjugan cuatro aspectos o planos fundamentales; el primero contiene un profundo sustrato mítico que rememora la lucha de los ancestros míticos, representados por los cerros sagrados o urcuyayas. El segundo marcado por lo cíclico, que determina el tiempo y el especio; “Taita Carnaval”… camina seis meses para venir, igual tiempo para regresar; un año de peregrinaje, de esto se deduce el período que tarda la tierra para que germinen las plantas. El tercer aspecto es social; en el se fundamentan los conceptos de intercambio y reciprocidad, reproduciendo el fortalecimiento comunitario; y el último, lo simbólico que se manifiesta en la visita anual que realiza casa por casa el Taita Carnaval, bueno y generoso, que viene acompañado por su contrario el Musuy o Yarcay, el espíritu que personifica el hambre, la pobreza y la mala suerte.
Para los juncaleños el Carnaval es un personaje, un forastero, que todavía se imaginan viene andando cada año, desde un país desconocido al otro lado de los altos cerros al no-este; para entonces, el lunes de Carnaval, bajar por las laderas de Juncal de las cuales desaparece el martes, dejando el área, bajando hacia un estero y un puente de construcción de hierro. Viene disfrazado de vaquero con zamarros y lleva un sombrero (un sombrero enorme de cuero de buey reforzado para protegerse de golpes, con bolas de piedra), además de una guaraca (bola de piedra) y una picsha (un bolso cilíndrico cosido de cuerda de cabuya) para su comida. Taita Carnaval también lleva una flauta pingullo (tallada de hueso del ala del cóndor) y una caja, la caja es un pequeño tambor que tiene un sonido muy fuerte, ya que está hecha de oro decorado con piedras preciosas, es además muy pesada.
Taita Carnaval viene para visitar a la gente y dejarles su suerte, pero no viene solo. Junto con el viene otra persona que se llama Yarcay y que es el “Hambre”. No tiene ningún distintivo especial excepto que no posee nada, tampoco lleva comida (fiambre) suficiente en su bolso. Taita Carnaval ha tenido que ofrecerle al Yarcay de su buen fiambre de pollo y cuy durante todo el largo viaje a pie. Yarcay solo llevaba papas flacuchas con cáscaras, nabos un poco de mote tostado y tasnus y por eso sentía vergüenza y no quería ofrecerlo. Cuando pasan por los últimos cerros Taita Carnaval ha agotado toda su buena comida y durante el último trecho del camino debe contentarse con las hierbas del monte, tales como las frutas de tani y chimbla.

Viene ahora para visitar las casas de los indios de Juncal, es decir que solamente visitará las casas que se han limpiado, así que no estén desordenadas y sucias. En el corredor, carapungo, se ha puesto una mesa y si está bien puesta con mantel y pan, colocado a los extremos de una mesa con flores las prefiere rosas y geranios con buena comida y bebidas, entonces Taita Carnaval se sienta en ella y come y dejará la suerte en la casa. Lo que especialmente le sirven son papas, mote, cuy bien salado, chicha, trago y los panes en los que han metido rosas y geranios y que tienen la forma de achupillos y tórtolas, Achupillo es pan en forma de chaguar (Bromeiacea) y tórtolas se colocan encima, tal cual como en la naturaleza, donde las palomas muchas veces ponen sus huevos en las plantas charguarqueros en las quebradas. Lo mas seguro para el dueño de la casa es no quedarse en casa cuando Taita Carnaval pasa, porque entonces habrá mayor posibilidad de que entre. Al día siguiente puede ocurrir que la comida ha quedado sin tocar, para entonces se descubre que el cuy ha perdido su sal y que el trago ha perdido algo de porcentaje alcohólico, eso quiere decir que Taita Carnaval de todos modos ha estado en la casa. Los juncaleños dicen que se hacen ofrendas o que se ofrece comida y bebida para no tener mala suerte, para tener suerte y una buena cosecha.

Pero cuando Taita Carnaval se sienta a la mesa no es solamente para comer, también llena su bolso picsha de comida y cuando prosigue su camino lo reparte a todos los niños con los que se encuentra. Es malo para aquel que no tiene fondos para poner una mesa de Carnaval y por consiguiente no será visitado por Taita Carnaval y por la suerte. Corre el riesgo en vez de la visita de Taita Carnaval reciba la visita de su compañero, El Hambre y permanecerá allí largo tiempo, después de que Taita Carnaval se haya marchado. Yarcay, que también se llama Chiqui (mal ojo), se sienta en sus harapos junto al fogón y allí se queda sentado hasta el tiempo de cosecha (eso es decir hasta el período más pronunciado de cosechar en los meses de junio y hasta agosto) y nada quedará para la familia, ni harina, ni pan, ni ganado, ni comida. La cuaresma (los 40 días de ayuno según el calendario católico).

El período después de Carnaval, muestra si es Mala Suerte, en la figura de Yarcay, que ha visitado la familia o si fue Taita Carnaval. Aunque la historia de la visita anual de Taita Carnaval a Juncal está diseñada de tal manera que los indios normalmente no se encuentran con el personalmente, sino solo experimenta las consecuencias de su visita, hay, sin embargo una afinidad de anécdotas acerca de hombres de Juncal que por accidente se ha encontrado con el especialmente de noche. Se afirma que los jóvenes que andan en pequeños grupos durante el período de Carnaval, prefieren andar vagando la noche en espera de encontrase con Taita Carnaval”.

SE MANTIENE LA TRADICIÓN
La Fiesta de Carnaval en Juncal, se inicia aproximadamente 5 días antes de la última o penùl6tima semana del mes de febrero, con la víspera, durante la cual se preparan la chicha y el pan para ofrecer a los visitantes, se arreglan los menores trajes para la fiesta y se ensayan la música con instrumentos, nativos como e pingullo, la bocina y la caja (pequeño tambor de cuero).

El día domingo antes de Carnaval a gente va al mercado de la ciudad de Cañar para comprar artículos de primera necesidad tales como la sal, azúcar, café, trago, cintas de adoro y eventualmente ropa. Para obtener el dinero necesario llevan a vender un saco de papas, una oveja, una gallina. Cuando vuelven a la casa al anochecer están bastantes borrachos y esto demuestra que ha comenzado la fiesta.


En los tres verdaderos días de carnaval ocurre una auténtica migración de gente en Juncal. Antes de salir la gente ha tenido la precaución de guardar muchos de los enseres, de la casa, limpiarla y cuidar de que haya chicha y comida para los visitante; entonces dejan su propia casa para ir a visitar otras donde el dueño tampoco está.
Esto es sin duda una condición muy importante para que Taita Carnaval visite la casa donde da la suerte. La comida que comen los huéspedes se transforma en el sinónimo de que Taita Carnaval realmente ha visitado la casa.
Antes existía la costumbre de que muchos hombres se disfrazaban de vaqueros con zamarros de cabra, bozos de cabuya y grandes sombreros de cuero de buey. Pero ahora, los hombres jóvenes (paseadores) llevan consigo únicamente un pingullo, una caja y una guaraca (baleadora), con la cual saldan cuentas personales con sus enemigos cuando van de casa en casa.
En el curso del miércoles de ceniza, la gente vuelve a su propia casa los días de Carnaval, propiamente dichos se consideran terminados.  Sin embargo, el día jueves (algunas veces hasta el viernes) se realizan las competencias de la Gallopitina, La Cinta y el Cuytoro:
La Gallopitina consiste en que un gallo se cuelga atado de las patas de un cordel transversal amarrado e dos palos, entonces los hombres brincan tratando de agarrarlo para arrancarle la cabeza o una ala, al mismo tiempo que otros lo impiden subiendo y bajando el gallo que cuelga del cordel.

La Cinta es un concurso para ganar un gallo, pero en vez de gallo se cuelgan anillos amarrados con cintas multicolores. Los hombres jóvenes solteros o casados van corriendo con un alfiler o tupo, como el que usan las mujeres y cuando han logrado hacer blanco en uno de los anillos reclaman un gallo entero y vivo.
El Cuytoro o hilo de cuy consiste en que las mujeres sentadas en un círculo, tratan de atrapar con un pequeño lazo los cuyes que han sido puestos dentro del círculo.

VESTUARIO:
El atuendo masculino de los Cañaris, está constituido por pantalón negro de lana, camisa bordada en e cuello y mangas, cushma o poncho corto de lana, faja o chumbi a nivel de la cintura y sombrero de lana prensada, de forma redondeada. El femenino por blusa bordada de magas cortas, polleras de lana con orillas bordadas, reboso, lliglla o hualcarina sujeto con prendedor o tupo de plata y sombrero de lana igual al de los varones.






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