Desde que Internet ha consolidado su avance a nivel mundial, el debate que tiene de cabeza a muchos es qué futuro le espera a los libros de papel y a las bibliotecas tradicionales. En el análisis de la especialista estadounidense en bibliotecología Carol Brey-Casiano, los roles irán mutando, aunque no habrá una desaparición definitiva de los modelos tradicionales. Por otro lado, el avance de la tecnología favorecerá el acceso de los jóvenes a las obras clásicas de la literatura.
“Tenemos muchos cambios”, dice enfática Carol
Brey-Casiano, especialista norteamericana en bibliotecología, quien visitó
nuestro país para hablar del tema con profesionales paraguayos de Encarnación,
Ciudad del Este y Asunción. Bajo el nombre El futuro de las bibliotecas en una
época digital, Brey-Casiano analizó el tema con bibliotecarios, estudiantes y
profesores locales.
Frente a los cambios experimentados desde la masificación de Internet,
mucha gente vaticina que el libro en formato papel está condenado a su
desaparición; por ende, también las bibliotecas.
Cuando la gente piensa en biblioteca, piensa solo en libros, pero, en
la actualidad, es mucho más que eso. En una biblioteca, una persona puede hacer
una investigación por computadora con bases de datos; también tenemos los
e-lectores (lectores electrónicos), como, por ejemplo, un Kindle (dispositivo
portátil similar a una tableta, que permite comprar, almacenar y leer libros
digitalizados). Porque ahora, aquí y en EE. UU. también, especialmente muchas
bibliotecas públicas y universitarias están dando acceso a libros electrónicos.
Así, una persona puede bajar un libro (a su dispositivo) y leerlo.
¿Cómo se usan los Kindle en las bibliotecas?
Pueden ser utilizados de cualquier manera, como ser mostrar cómo
funciona un e-lector, también para e-books (libros electrónicos); sirven para
promover la lectura, especialmente para aquellas personas a las que no les
gusta leer.
Es una buena manera de acercar a los jóvenes a la lectura.
Sí, claro. A muchos les pasa que están leyendo el Kindle todo el
tiempo, porque es más fácil a la vista, porque se cambian fácilmente las
páginas. A mí me gusta mucho. Por ejemplo, yo pago la suscripción al (periódico)
New York Times, tengo la Biblia, algunos diccionarios o cualquier libro que yo
quiera leer. Y es interesante para mí, porque antes yo prefería los libros de
papel. Toda mi vida leí, me encanta leer. Pero creo que, de alguna manera, un
dispositivo como este, o cualquier otro e-lector, puede ser muy conveniente
para una persona que, como yo, viaja mucho.
¿Y cómo afecta a las bibliotecas?
Nadie puede saber exactamente lo que va a pasar, pero puedo ver que
ahora tenemos como un equilibro entre los libros tradicionales y los
electrónicos. Actualmente, es muy difícil que todas las personas puedan acceder
a un e-book; entonces, todavía se necesitan libros impresos en las bibliotecas,
que también ofrecen recursos electrónicos como base de datos y otras
informaciones que una persona, posiblemente, no tiene en la casa, porque no
tiene una computadora. Entonces, puedo ver que la biblioteca está cambiando en
dos maneras.
¿Cuáles son?
Primero, ahora, se puede acortar la brecha entre los que tienen acceso
a la información y los que no la tienen. Ese fue el papel de la biblioteca por
muchos años y ahora es más importante que nunca. Y aún más, la biblioteca debe
ser como un centro cultural o un centro para la comunidad, y este es un papel
bastante viejo para la biblioteca, pero ahora es muy popular otra vez. Cien o
150 años antes, la biblioteca funcionaba como un centro cultural, pero con el
tiempo, con la apertura de más museos y otros tipos de centros comunitarios,
esto cambió un poquito. Pero ahora vemos otra vez que es un lugar en el que las
personas pueden reunirse para programas, para lectores, para lectura de cuentos
para niños, programas para adolescentes.
Entonces, ese es el futuro de las bibliotecas.
Sí, que sean un centro para la comunidad, de debate cívico e
información. Y, para mí, es una época muy interesante, porque después de
treinta años de haber trabajado como bibliotecaria, he visto muchos cambios;
todo está cambiando muy rápidamente. Y también aquí en Paraguay; visité la
biblioteca pública de Encarnación. Ellos tienen ahora una sala nueva, grande,
que también tiene computadoras para el uso del público. La bibliotecaria dijo
que esta sala es muy popular. Es interesante cómo se van desarrollando estos usos
de la biblioteca.
¿Qué consejos le daría a un estudiante de Bibliotecología con estos
nuevos desafíos que se presentan?
Increíblemente, pero, en la actualidad, más personas están comenzando a
estudiar Bibliotecología o Biblioteconomía (disciplina encargada de la
conservación, organización y administración de las bibliotecas) en los Estados
Unidos como nunca antes, porque mucha gente necesita trabajar; incluso hay más
hombres interesados en una carrera que antes atraía solo a las mujeres. La única
diferencia es que ahora se puede trabajar más con la tecnología, que es algo
que necesitamos en nuestras bibliotecas.
Muy diferente a las bibliotecas de antes.
Cuando yo comencé con mi trabajo de bibliotecaria, teníamos los libros
y los discos de música de vinilo; ahora es todo lo contrario: la biblioteca
tiene de todo; también hay muchos programas para atraer a la gente a la
biblioteca. Por lo tanto, tenemos más maneras de conectarnos con nuestras
comunidades. Solo tenemos que atraer a una persona a la biblioteca, después
viene toda la familia. En un país como Paraguay, que está muy concentrado en la
familia, es una manera en la que todos pueden aprender juntos.
En ese sentido, los bibliotecarios hasta podrían guiar el gusto de los
lectores.
Sí, claro. Nosotros como bibliotecarios recibimos capacitación en
muchas áreas: literatura, programas, etc., y si una persona necesita algunas
recomendaciones sobre lo que le gustaría leer, lo podemos hacer. Y, depende de
lo que necesita el lector, ofrecer un libro en papel o un e-book.
-Entonces, ¿ahora ya no hay que tenerle miedo a la bibliotecaria?
-¡Claro que no!
Identikit
Carol Brey-Casiano ha trabajado en bibliotecas públicas por más de
treinta años. Actualmente, se desempeña como agregada regional de Recursos
Informativos (OIR) en el Departamento de Estado de los EE. UU., en la Embajada
de los EE. UU. En Brasilia (Brasil) y cubre la región de Colombia, Venezuela,
Brasil y Paraguay. Fue presidenta de la Asociación de Bibliotecas de los EE.
UU. (el American Library Asociación - ALA), la asociación de bibliotecas más
antigua y grande del mundo. Brey-Casiano tiene una maestría en Ciencias de la
Información (bibliotecas) de la Universidad de Illinois y una licenciatura en
Música de la Universidad Estatal de Illinois.
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